EL MAPA DEL VIAJE
El loco es el héroe de la historia, representa la aventura y el riesgo, la expectativa de iniciar nuevas rutas, la libertad para explorar y la preparación del nuevo comienzo. El viaje de loco es una metáfora del viaje a través de la vida. Cada carta de los arcanos mayores representa una etapa de este viaje, que también nos representa a cada uno de nosotros, es nuestro propio viaje, son nuestras experiencias, el camino que debemos recorrer antes de trascender. Ahora bien, en el Tarot Carl Jung veía la evolución de los arquetipos, todos empezamos como un niño (El Loco) y tenemos que evolucionar, pasando por todos los estados de consciencia hasta llegar a la plenitud (El mundo). El Loco es inocente, ya que sólo un alma simple tiene la fe suficiente para emprender un viaje con todos sus peligros y dolor.
PRIMER CAMINO
La ruta de los grandes arquetipos: Jung la denomina “Reino de los Dioses”. Son los grandes hitos arquetípicos por los cuales transitamos durante la vida. Incluye los Arcanos Mayores del I al VII. Cada uno de ellos puede resumirse en una frase fundamental.
I. El Mago: (conductor del alma) “yo soy”. Soy el transformador, el que marca los comienzos y propone nuevos caminos.
II. La Sacerdotisa: Me he encarnado, pasaré un tiempo de reposo antes de iniciar el camino, proceso la información que traigo. Soy la polaridad concreta: el ser encarnado pertenece a los dos mundos.
III. La Emperatriz: dice “yo nazco”. Es el arquetipo de la madre: abrigo, alimento y protección. Quien reinserta al niño afectivamente.
IV. El Emperador: dice “yo me incorporo y actúo en el mundo”. Es la representación arquetípica del padre: la autoridad, límites, orden, acción.
V. El Sumo Sacerdote: dice “yo aprendo y me integro”. El aprendizaje formal de la escuela, la comunicación y las normas de la sociedad.
VI. Los Enamorados: dice “yo decido, yo elijo, yo me equivoco”. Se vincula con la adolescencia. Es el comienzo del amor y de la elección. Es el primer intento de tomar decisiones y por lo tanto comienza a equivocarse. Las equivocaciones en este estadio nos sirve para aprender y crecer como persona.
VII. El Carro: dice “yo conduzco mi vida”. He madurado, he llegado al final de una etapa y recién entonces puedo saber de mí y de mis limitaciones.
SEGUNDO CAMINO
La ruta de las tareas del desarrollo personal: Jung la denomina “El reino de la realidad terrestre y la conciencia del ego (“yo”, como me identifico). Me dice que tengo que hacer para poder crecer en mi vida. Son los Arcanos Mayores del VIII al XIV.
VIII. La Fuerza: La primera tarea, antes de iniciar cualquier camino, será la de conocer que reside en mis fuerzas contradictorias y que esa tensión debe ser asumida mediante el proceso mutuo de “domesticación” (auto dominación).Con el tiempo, la vida del Loco presenta nuevos desafíos que causan algo de sufrimiento y desilusión. El Loco descubre los atributos de la paciencia y la tolerancia. Se da cuenta de que la orden intencional del Carro debe ser suavizada por la bondad y el poder de un acercamiento amoroso.
IX. El Ermitaño: la segunda tarea consistes en aceptar que en mis profundidades pudo tomar contacto con la sabiduría y desde allí debo salir a entregar mi luz interior. El Loco empieza a mirar hacia dentro, tratando de entender sus sentimientos y motivaciones. El mundo de los sentidos tiene menos atractivo para él, y busca momentos de soledad, lejos de la frenética actividad de la sociedad.
X. La Rueda de la Fortuna: la tercera tarea me dice que debo aceptar que el mundo gira más allá de mi voluntad y que deberé ser capaz de descubrir su ritmo y su sentido. El Loco reconoce la mano del destino en la secuencia de acontecimientos que lo llevaron a este punto de inflexión. Después de mirar más ampliamente, se ve en el gran esquema de un plan universal.
XI. La Justicia: la cuarta tarea consiste en reconocer que el eje del mundo y la resolución de problemas pasa por una suerte de equilibrio interno y externo, con estructura, con valores, con decisiones, en un marco de formalidad.
XII. El Colgado: la quinta tarea es la de ser capaz de mirar la realidad desde otro punto de vista, se presenta diferente a los demás, hacer un alto en la vida y es capaz de someter a crisis el entorno, aunque ello implique un sacrificio. Al principio el loco se siente derrotado, él cree que ha dado todo, pero desde el fondo se entera de una verdad asombrosa, encuentra que cuando renuncia a su lucha por el control, todo comienza a trabajar como es debido. Aprende a renunciar a sus experiencias, en lugar de luchar contra ellas. Siente una alegría sorprendente y comienza a fluir con la vida.
XIII. La Muerte: la sexta tarea es la capacidad de gestar, asumir y conducir el propio cambio. Se refiere a la antesala de la nueva vida (transmutación), es un proceso de transformación profunda. El Loco comienza a eliminar los viejos hábitos, ha tomado esta determinación para superar aspectos de su vida transcurrida. Este proceso puede parecer como morir, porque es La Muerte de una parte de uno mismo, para permitir el crecimiento. A veces este cambio parece ser aplastante para el Loco, pero con el tiempo se eleva hasta descubrir que la muerte no es un estado permanente, sino que es simplemente una transición a una nueva forma de vida.
XIV. La Templanza: la séptima tarea es el resultado del cambio y consiste en ser capaz de asumir la armonía interior y la alquimia perfecta. El loco ha recorrido un largo camino en la realización de la vida armoniosa. Se mezcla con la energía universal y sabe que las experiencias extremas de la vida templan su naturaleza y lo hacen cada vez más dueño de su destino.
TERCER CAMINO
La ruta de los grandes desafíos y de la autorrealización: Jung la denomina “El reino de la iluminación y la autorrealización”. Cuando ya estoy preparado, enfrento los desafíos, cuya superación me conduce a la autorrealización y al nuevo comienzo. Son los arcanos mayores del XV al XXI.
XV. El Diablo: El primer desafío es conocer mis miedos ocultos, obsesiones y culpas. El Loco debe enfrentarse a sus apegos y al mundo de las apariencias. Descubre su propia sombra. Todos tenemos nuestro lado oscuro. El loco es agraciado con buena salud, tranquilidad y serenidad, pero pronto se encuentra cara a cara con El Diablo.
XVI. La Torre: El segundo desafío es la lucha por la libertad y su aceptación cuando llega desde el otro. Aunque todo parezca destruirse, jamás caerá la base sólida de la construcción. Esta destrucción, crisis o la ruina dan la oportunidad para recomenzar, liberarse y reconstruir. El loco puede necesitar una sacudida severa si se quiere liberar, pero el resultado revelación hace que la dolorosa experiencia valga la pena.
XVII. La Estrella: Es el tercer desafío nos dice que debemos conectarnos con el inconsciente, removerlo en busca de la verdad más elemental y confiar en la oportunidades que tenemos. Una vez liberado el Loco que estaba atrapado en la torre, comienza una nueva vida con ESPERANZA, representada por La Estrella. Él es guiado por su intuición, conectándose con la naturaleza y con el cosmos. Conscientemente retoma el camino de un nuevo ciclo y con el respaldo de todo lo aprendido, reconstruye su existencia comenzando de nuevo.
XVIII. La Luna: El cuarto desafío nos conecta con la cara oculta de su realidad y las distorsiones en la acción en el mundo. Es la carta de la intuición y los sueños.Es en realidad un eclipse, como el que el loco experimentará en su vida muchas veces.Sabe que el universo es mental, que su vida, su cuerpo, sus aliados y enemigo existen primero en su mente, y que son ideas que se materializan.La luna es luz y sombra, que tiene momentos de lucidez, pero que también es víctima de espejismos, proyecciones y autoengaños que lo confunden.
XIX. El sol: El quinto desafío es el de brillar. Nuevamente sale el sol y el loco con su resplandor ve claro, tanto su entorno como su yo verdadero, sus raíces. Nuevamente hay luz y la naturaleza irradia vida, entusiasmo y capacidad de compartir con otros la creación de una gran obra, su luz irradia y da calor. La vida es una experiencia para ser disfrutada.
XX. El juicio: Es el último desafío y la antesala a la realización: despertar renovar y perdonar. A este nivel del camino el loco ya maduro, renace, es redimido (libre), comprende y ama todo lo creado. Ya puede abandonar las ataduras del mundo de las apariencias y acceder a un plano superior, en un viaje de retorno a su origen divino.
XXI. El mundo: es la etapa de la autorrealización y la integración. Es la coronación, la etapa final. Ha llegado al final del camino. El ser está autorrealizado, pleno, ya que ha vuelto a nacer al amor y a la vida. Todos hemos nacido del vientre de una madre, ahora el loco elige su nuevo nacimiento o una nueva vida. Todo se equilibra en armonía, como en una danza cósmica, y se cierra el ciclo completo de búsqueda, ya que ha alcanzado la satisfacción, conciencia plena de lo absoluto. Pero nada es permanente en el camino del loco; pronto olvidará todo y retomará de nuevo el camino de búsqueda inconsciente, con iguales sucesos, renovando evento y maestros. Así es como procede el ser humano a lo largo de sus encarnaciones con diferentes atuendos, olvidando lo aprendido y repitiendo lecciones.
"Tras disfrutar de este emocionante recorrido con El Loco, los invito a revisar mi vídeo explicativo. Como reflexión, les recuerdo que: "El Loco somos todos viviendo una nueva experiencia de vida"
Carola Echeverría J.
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